Cómo diseñar tu plan de entrenamiento:

A la hora de elaborar un plan de entrenamiento debemos tener en cuenta 2 cosas:

  • Punto de partida
  • A dónde queremos llegar

Punto de partida:

¿En qué estado de forma te encuentras actualmente? ¿Tienes alguna lesión o problemas de movilidad o estabilidad? ¿Estás en el peso que deberías? ¿Cuál es el último plan de entrenamiento que has llevado a cabo? ¿Cuáles son tus niveles de fuerza? ¿Cuál es tu consumo máximo de oxígeno?

Todas estas preguntas son clave para evaluar tu punto de partida y diseñar tus nuevos objetivos del plan de entrenamiento.

Recuerda que lo que “no puedes medir, no lo puedes mejorar”. Todo programa debe contar con una batería de tests inicial para conocer el punto de partida. Después de todo programa se debe volver a testear en las mismas condiciones para ver si funcionó. El resto de suposiciones, son solo eso, suposiciones.

A dónde queremos llegar:

Hay que obrar con un plan para conseguir nuestro mejor estado de forma en el momento que queremos. “De nada nos sirve conseguir nuestro mejor momento fuera del período competitivo, ya sea mucho antes de la propia competición, o después de la misma”.

El establecimiento de un plan de entrenamiento es muy importante. Primero, se deben establecer objetivos de entrenamiento a largo plazo y establecer un plan general para lograr estos objetivos.  

También es importante establecer objetivos a corto plazo, puesto que estos nos motivarán a continuar en el proceso. Los objetivos parciales estarán encaminados a cumplir los objetivos a largo plazo.

Para poner un ejemplo práctico: Tenemos un atleta que quiere mejorar la potencia en sus pateos. Para ello realizamos un test de salto vertical, salto de longitud y niveles de fuerza en ejercicios de sentadilla y peso muerto. Grabamos un vídeo del atleta ejecutando distintos pateos al saco a la máxima potencia posible. Diseñamos un programa de entrenamiento para mejorar la potencia del pateo, basado en ejercicios de pliometría y de potencia. Comprobamos de nuevo los resultados en los test, así como los vídeos del pateo al saco.

En resumen debemos pensar qué queremos conseguir en nuestros deportistas esta temporada, la próxima, a lo largo de toda su carrera y, para ello, tenemos que realizar un tipo de trabajo distinto cada mes, cada semana y cada sesión.

El proceso de entrenamiento, es como una cadena. Si solo pensamos en el día de entrenamiento de “hoy”, sin tener en cuenta  lo que haremos mañana, no tiene sentido ese entrenamiento.

Y tú. ¿Tienes claro tu punto de partida? ¿Tienes claro lo que necesitas mejorar? Si no estás seguro de estas cuestiones, ponte en contacto conmigo y veremos cómo podemos conseguir tu mejor versión.