La máxima cantidad y calidad del entrenamiento

La máxima cantidad y calidad del entrenamiento

 

Antes de comenzar cualquier entrenamiento, asegúrate de que tu cuerpo puede tolerarlo, va a asimilarlo y te va a ayudar a mejorar en aquello que te propones mejorar.

Como todo en la vida, realizar un entrenamiento debe suponer una decisión, que viene precedida de un pensamiento o idea de cara a mejorar tu estado de forma física. No se trata de una tarea que realicemos de forma automática o para quemar unas calorías simplemente. ¿Acaso saltarías desde un acantilado sin mirar si hay agua abajo? ¿No, verdad? El entrenamiento es algo semejante. No puedes ponerte a entrenar de forma aleatoria y esperar a que el cuerpo responda de la manera que tú quieres, sin antes haberte planteado si deberías o no haber realizado ese entrenamiento.

En este artículo voy a hablar por ello del máximo entrenamiento recuperable/ máximo volumen recuperable de entrenamiento. En qué consiste, qué lo condiciona y cómo sacarle el máximo provecho a cada sesión.

El máximo volumen recuperable de entrenamiento, es la cantidad máxima de entrenamiento que tu cuerpo puede tolerar y asimilar de forma positiva.  A partir de esa cantidad, no solo el entrenamiento no te hará mejorar, sino que será como un vaso desbordado de agua. Puede caerse si se intenta seguir llenando y acaba por romperse.

Esta cantidad de entrenamiento máximo recuperable, no tiene por qué ser tampoco la que mejor resultados proporcione, sino que tiene un volumen efectivo óptimo, y es la cantidad y calidad exacta de entrenamiento que nuestro cuerpo necesita para llegar a su mejor estado de forma. Recuerda que buscamos el mejor entrenamiento, no el que más trabajo requiera, sino el más inteligente (lo cual no quiere decir que no vaya a ser incluso aún más duro que el típico entrenamiento no planificado).

¿Qué factores condicionan el máximo volumen de entrenamiento recuperable y el volumen efectivo óptimo? Voy a mencionar los 3 factores, que en mi opinión lo condicionan más

  1. Genética: Existe un límite genético, que condiciona el máximo grado de entrenamiento de cada atleta.
  2. Estado de forma: El estado de forma previo a un entrenamiento condiciona la forma en la que este va a ser tolerado. Pongamos un ejemplo. Tras las navidades, a pesar de tu motivación o ganas de realizar un entrenamiento intensivo, tienes que ser realista de que tu estado de forma no es el mismo que antes de las vacaciones. Si tratas de someter a tu cuerpo al mismo esfuerzo al que le estabas sometiendo cuando tenía un estado de forma mejor, estarás cometiendo un error. Por el contrario, una vez que mejores tu estado de forma, semana a semana, el entrenamiento que puedes tolerar es mayor. Cuanta más experiencia tengas entrenando correctamente, tu cuerpo estará más preparado para someterse a más cantidad y calidad de entrenamiento.                                                                                                                  
  3. Situación de vida alrededor del entrenamiento: Es muy importante tener en cuenta, el resto de situaciones que se dan en la vida de un atleta, a parte de su propio entrenamiento. Como ya se explicó en el artículo siguiente: el entrenamiento es un desgaste, supone un estrés. El cuerpo no entiende de dónde proviene cada estrés y solo puede recuperarse de una cantidad limitada del mismo, provenga de donde provenga. Por lo tanto, si estás en una situación donde tu volumen de trabajo ha aumentado, tienes algún tipo de problema familiar, personal, etc. El volumen máximo de entrenamiento que tu cuerpo puede recuperar es menor y al contrario. Si te encuentras de vacaciones en Tailandia y solo te dedicas a entrenar, tu cuerpo dará la mejor versión de sí mismo . 

Con todo esto, quiero hacer un breve resumen de los conceptos clave sobre este artículo para ayudarte a decidir cómo entrenar en cada momento:

  • No intentes someter a tu cuerpo a un estímulo que sobrepase tus posibilidades si no te has preparado antes para el mismo.
  • Pregúntate SIEMPRE antes de entrenar. ¿Este entrenamiento debo realizarlo? ¿Es el correcto? ¿Es el entrenamiento óptimo? ¿Es el entrenamiento al que realmente debo exponer a mi cuerpo en este momento? ¿Este entrenamiento es el que va a extraer la mejor versión actual de mí mismo?
  • Ten en cuenta tu situación actual a la hora de someterte a cualquier plan de entrenamiento.                                       
  • Sigue una planificación lógica de tus entrenamientos para que ese máximo volumen de entrenamiento tolerable, mejore a la larga en el tiempo.

Se trata de sacar la mejor versión de cada atleta a lo largo de su carrera y no de preparar competiciones de manera esporádica cuando nos avisan y entrenar sin ninguna planificación el resto del año.

Si estás interesado en un programa de entrenamiento planificado, diseñado a tu situación específica, que tenga en cuenta lo que tu cuerpo necesita exactamente, estás a un click de unirte al mejor programa de entrenamiento online en deportes de contacto.

El entrenamiento invisible

El entrenamiento invisible

 

¿Sabes qué es ser deportista?

Cuando empecé a practicar este deporte creía que sabía lo que era ser deportista. Creía que consistía en entrenar siempre lo más duro posible, comer como un animal y dormir lo máximo que pudiese. Al principio era lo que hacía, intentaba entrenar cada día algo más, trataba de comer todo lo que pillaba de por medio, porque «con todo lo que entrenaba me lo pedía el cuerpo». En cuanto al sueño, tenía entendido que había que dormir al menos 8 horas diarias (cosa que nunca hacía por “falta de tiempo”) y respecto al descanso, creía que consistía en estar tumbado o sentado el máximo tiempo posible.

“Cerdos entrenados” y deportistas sedentarios:

En la universidad, recuerdo que un profesor dijo la siguiente frase. Una persona que entrena, pero que come como un cerdo, será un “cerdo entrenado”.

También recuerdo la frase de otro profesor acerca de los “deportistas sedentarios”. Este profesor comentaba que había muchos deportistas hoy en día, que eran oficinistas o estudiaban y se pasaban la mayor parte del día sentados e inactivos. Otros, sin embargo, pasaban la mayor parte del día moviéndose y eran muy activos.

El artículo de hoy habla sobre el “entrenamiento invisible” . Este “entrenamiento invisible” tiene mucho que ver con todo lo he comentado anteriormente. No te dejes engañar por su nombre. A pesar de «ser invisible» es tan importante como el que sí se ve.

El entrenamiento invisible:

        

El entrenamiento invisible es todo aquello que no vemos como entrenamiento, pero sí lo es. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que un verdadero deportista lo es, desde que se levanta, hasta que se acuesta. El verdadero deportista, lo es, las 24 horas del día. Cada decisión que tomes en tu rutina cotidiana, influirá en tu rendimiento, desde lo que decides comer, lo que descansas, la actividad física que haces aparte de tus propios entrenamientos, las posturas que adoptas al sentarte, al dormir, al caminar, al trabajar…

El deportista es como un iceberg:

Resultado de imagen de iceberg

Quiero hacer hincapié en todo lo que no vemos y pasamos por alto. Un iceberg solo es visible en un 10 % aproximadamente, pero debajo hay un 90 % que sustenta el pico que vemos fuera del agua.

Muchos de nuestros atletas son trabajadores, algunos de ellos oficinistas, otros obreros, otros cocineros, etc. Cada uno de ellos tiene una rutina distinta, desde que se levanta hasta que se acuesta, y está condicionado por su ambiente. Algunos de ellos comen en casa porque tienen tiempo para cocinar, otros no controlan las raciones que comen ni tienen tiempo casi para sentarse a comer. Algunos de ellos estarán la mayor parte del día sentados pero vendrán con una gran fatiga mental al entrenamiento y otros con una gran fatiga física. Habrá quienes duerman 8 horas y otros que duerman 5, habrá quienes tomen suplementos y otros que lo consideren peligroso.

Todo esto es lo que se denomina entrenamiento invisible. Es en definitiva, toda circunstancia ajena al entrenamiento que modifica el propio entrenamiento.  No hay que olvidarse de que el día tiene 24 horas y que, si solo 2 de ellas nos comportamos como deportistas, no seremos verdaderamente “deportistas”. Estudia tu situación personal y trata de mejorar al máximo posible tu entrenamiento invisible. Si por el contrario eres entrenador, no entrenes igual a todos los deportistas. Ten en cuenta «el entrenamiento invisible individual de cada atleta».

Con todo esto no quiero decir que dejemos el trabajo o los estudios a un lado, porque es muy difícil vivir únicamente de este deporte, sino que os invito a pensar de forma razonada a elaborar un entrenamiento MÁS EFICIENTE en función de vuestra propia forma de vida.

No le pidas a tu cuerpo que de más por ti, de lo que tú puedes dedicarle a él. Sé consecuente con tus acciones y recuerda que la punta del iceberg que vemos, depende de todo lo que hacemos y que nadie ve.

La pirámide del éxito, la clave es el equilibrio:

La pirámide del éxito es aquella que reúne un buen descanso, una buena alimentación y un buen entrenamiento. Cuando uno de estos elementos falla, se desequilibra la balanza y el rendimiento se ve comprometido. Siendo crítico conmigo mismo, creo que en muchos casos la balanza ha fallado en todos ellos y mi rendimiento no ha sido el óptimo. He entrenado mucho pero no correctamente, he sido un “cerdo entrenado”.  No he acudido a un nutricionista y no he dormido las horas necesarias. En algunos momentos de mi vida, también he sido “deportista sedentario”.

Cuando decidí mejorar todas estas facetas es donde me di cuenta de lo importante que era el entrenamiento invisible y de lo lejos que se puede llegar mejorando detalles el resto de las 24 horas del día. En ese momento, fue cuando decidí convertirme en un deportista profesional. Os invito a cuidar el entrenamiento invisible ya que os recuerdo que se trata de un 90 % de lo que influirá en vuestro rendimiento.

Analizando nuestra verdad:

A veces tenemos dolores en el cuello, en las piernas, la espalda y pensamos que es del entrenamiento, pero ¿Hemos vigilado las posturas que tenemos el resto del día?, a la hora de ir en el metro, coger el móvil cada 5 minutos para enviar whatsapps, conduciendo, trabajando… Incluso ahora mismo, ¿qué postura tienes mientras lees estas palabras?

No bajamos fácilmente el peso y nos preguntamos por qué, pero…¿Acaso hemos caminado algo a lo largo del día? ¿Subimos las escaleras o cogemos siempre el ascensor?¿Vamos andando al gimnasio? ¿Cogemos el transporte público?

Comemos sano pero le echamos azúcar al café, nos tomamos las tapas que vienen con la cerveza o tomamos un postre con más calorías que el resto de la comida y nos subimos a la báscula de nuevo asustados, pero no solo eso, sino que no nos encontramos realmente fuertes a la hora de entrenar. ¿Todavía te preguntas dónde puedes estar fallando?

Conclusiones:

Como reflexión final,  creo que estamos un poco desencaminados a la hora de diseñar programas de entrenamiento.  No solo eso, sino que estamos más desencaminados aún, a la hora de pensar que controlando únicamente el entrenamiento, conseguiremos rendir al máximo.

A parte de ser deportistas, debemos saber qué tipo de vida llevamos fuera de nuestro deporte para adaptar el entrenamiento a nuestra vida, ya que muchos no pueden adaptar su vida al deporte profesional.  Cada persona debe adaptar su entrenamiento a sus circunstancias específicas.

También os invito a moveros correctamente y a moveros más. Cuando os mováis correctamente podréis moveros más a menudo correctamente como dice el gran profesional Ariel couceiro.

Tratar de moveros más, entrenar mejor (no más, sino mejor) y ser activos. Controlad la nutrición y el descanso y vuestra versión será la mejor que habéis visto nunca.

Comportaros como deportistas 24 horas al día y veréis la diferencia en vuestro rendimiento. En cuanto a la parte que me toca, os invito a probar el programa de preparación física, para que comencéis a entrenar de una forma profesional y os pueda ayudar a organizar mejor vuestro entrenamiento, en función de ese entrenamiento invisible, que es vuestra vida. Regálale a tu cuerpo lo que realmente necesita.

Bibliografía y referencias:

Apuntes Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF)

Ariel Couceiro (canal de youtube): https://www.youtube.com/user/ArielCorposao/about